Durante este curso vamos a desarrollar un proyecto basado en el trabajo de las emociones para mejorar la convivencia en el Centro llamado "Siento, pienso y me emociono".
La educación emocional es una innovación educativa que responde a necesidades sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias. La complejidad del ser humano no se resuelve potenciando tan solo sus capacidades académicas o intelectuales, sino desarrollando otras competencias que le permitan desarrollarse como persona.
En las primeras etapas de la escolarización, el desarrollo emocional juega un papel esencial para la vida y constituyen la base o condición necesaria para el progreso del niño en las diferentes dimensiones de su desarrollo. Aprender a regular las emociones y las de los que nos rodean es una meta educativa.
Por tanto las emociones deben ser parte del currículum en la edad temprana.
Es por ello que este proyecto surge con la finalidad de que el alumnado conozca cuáles son sus sentimientos, que los niños sepan expresar y gestionar sus emociones, que conecten con las emociones de otras personas, que puedan resolver los conflictos de la vida diaria de una forma más asertiva y por tanto más feliz. Aprender a regular las emociones negativas para prevenir comportamientos de riesgo, conocer las herramientas necesarias para hacer frente a los desafíos de la vida con mayores probabilidades de éxito y generar aptitudes y actitudes óptimas para una mejor convivencia y vida en sociedad.
Para recabar información, hemos elaborado tres cuestionarios anónimos que nos serán de gran utilidad a la hora de plantear todas las actividades del proyecto. Os animamos a que contestéis estas encuestas, os llevará muy poquito tiempo:
- Encuesta familiares.
- Encuesta docentes.
Nota: imagen extraída del libro "Emocionario".
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