El pasado 20 de noviembre, con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño, nuestro alumnado realizó una marcha educativa por las calles de Arenales de San Gregorio, tal y como se había informado a las familias. Caminamos desde el colegio hasta el Ayuntamiento recordando que los niños y niñas tienen derecho a crecer en un entorno saludable, seguro y libre de contaminación.
Al llegar, un grupo de alumnos y alumnas de 5.º y 6.º leyó un comunicado preparado en clase, en el que hablaron sobre el derecho a la salud, al aire limpio y a un nivel de vida adecuado. Lo hicieron con claridad, fuerza y mucha emoción.
El alcalde nos recibió y escuchó atentamente todas las reivindicaciones del alumnado, mostrando su apoyo y su sensibilidad hacia sus preocupaciones. Fue un momento muy significativo para los niños y niñas, que sintieron que su voz realmente importa.
Las consignas de la marcha —como “¡Arenales es mi hogar, lo queremos disfrutar!” o “¡La salud es esencial, aire limpio es lo ideal!”— pusieron el broche a una actividad sencilla, pacífica y llena de sentido.
A continuación, compartimos el discurso completo leído por nuestro alumnado para que todas las familias puedan conocerlo y reflexionar con nosotros:
"Señor alcalde, vecinas y vecinos de Arenales de San Gregorio:
Hoy, 20 de noviembre, Día de
los Derechos del Niño, estamos aquí para defender algo que nadie debería
olvidar: nuestro derecho a la salud, a un entorno limpio y seguro, y a un
nivel de vida que nos permita crecer felices.
Somos los alumnos y alumnas del
CRA Alciares, un cole pequeño pero muy comprometido con el cuidado del
planeta. Desde 2011 trabajamos en proyectos de medio ambiente porque creemos
que proteger la naturaleza es proteger nuestro futuro. Por eso hoy
estamos aquí: porque queremos seguir viviendo en un entorno sano y porque
sabemos que nuestras acciones y nuestras palabras importan.
Según la Convención sobre los
Derechos del Niño, tenemos derecho a la salud, a un nivel de vida
adecuado y a vivir en un entorno seguro y no contaminado. Estos
derechos no son un capricho, son obligaciones que los adultos y las
instituciones deben garantizar.
Por eso hoy levantamos nuestra
voz para recordar que los niños y niñas tenemos derecho a crecer en un
entorno que no ponga en riesgo nuestra salud ni nuestro bienestar. Un
entorno que cuide lo que respiramos, lo que sentimos y lo que vivimos.
Sabemos que los niños y niñas
de Criptana, Pedro Muñoz o Tomelloso entenderían perfectamente cómo nos
sentimos hoy. Aunque seamos de pueblos distintos, todos compartimos las
mismas ilusiones, los mismos miedos y los mismos deseos. Estamos seguros de
que, si habláramos con ellos, nos escucharían y nos apoyarían, porque entre los
niños existe una especie de hermanamiento natural: sabemos ponernos en
el lugar del otro y entender cuándo algo puede afectar a la salud, a los juegos
y a la tranquilidad de un pueblo. Tanto ellos como nosotros queremos lo mismo: crecer
en un entorno sano, jugar sin preocupaciones y disfrutar de una infancia feliz.
Nos gusta vivir en un pueblo
pequeño, como Arenales. Aquí podemos salir a jugar sin tantos coches, sin tanto
ruido, sin tantos peligros. Aquí podemos ir en bici, correr por las calles,
jugar en la plaza y respirar aire limpio. Eso es parte de nuestra vida y de
nuestra infancia. La vida en lo rural es especial, y lo sabemos incluso
aunque seamos niños.
Y ahora sentimos preocupación.
Preocupación por si algún día ya no podemos salir a la calle con la misma
tranquilidad.
Preocupación por si nuestros padres empiezan a decirnos que no juguemos fuera.
Preocupación por que nuestro aire no sea tan limpio como antes.
Preocupación por perder algo que forma parte de lo que somos.
Hoy reivindicamos nuestros derechos
a un entorno sano y seguro, porque sin ellos no podemos crecer bien. Los
adultos tienen la obligación de proteger esos derechos, de escucharnos y de
pensar en nuestro futuro antes de tomar decisiones que podrían afectarnos toda
la vida.
No venimos a quejarnos por que
sí.
Venimos a decir basta.
Venimos a decir que Arenales de San Gregorio merece ser un pueblo donde los
niños y niñas podamos seguir jugando en la calle, respirando aire limpio y
viviendo sin miedo.
Queremos seguir creciendo aquí,
sanos, libres y felices.
Y por eso decimos alto y claro: ¡Nuestro entorno también es un derecho!
Muchas gracias."
Queremos agradecer a todos los niños y niñas su valentía, a las familias su apoyo y al Ayuntamiento por acompañarnos.
Seguimos trabajando juntos por un futuro sano, seguro y lleno de oportunidades para nuestra infancia.

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